domingo, 4 de octubre de 2009
La anécdota del timbre falso
El primer fin de semana en el depto nuevo ahí estábamos con Moni acomodando cosas… muebles de acá para allá, ropa en uno y otro armario, abriendo cajas, cajitas, en un momento estuve media hora hasta que le encontré lugar a un adorno y llegó el momento de poner el lavarropas… leímos un poquito el manual, lo dejamos andando y volvimos a lo nuestro. Al rato suena por primera vez el timbre del depto así que desde el portero pregunté quien era pero nada, de nuevo pregunté y nada. Me asomé por la ventana y no había nadie. Volvimos a las tareas de ordenar cuando al rato de nuevo el timbre y como nadie respondía fui hasta la puerta del edificio… chicos jugando a tocar el timbre y esconderse pensé ¿pero acá en Canadá? Raro. Intrigado siguió durante la mañana hasta que nos dimos cuenta que no era el timbre del depto… resulta que el lavarropas tienen una alarma avisando cuando completa el ciclo de lavado y como nunca habíamos escuchado el timbre del portero pensamos… en fin, nos seguimos riendo cada vez que ponemos el lavarropas.