
Antes que se me escape el invierno les muestro la pala de Canadá para sacar la nieve de las veredas. Han sido grandes protagonistas de la temporada y hubo escasez porque no se esperaba que nevara tanto. Por supuesto vienen diferentes modelos con distintas curvaturas de superficie y largo de mangos. Si viven en un edificio de departamentos grande no les va a tocar usarlas a menos que lo hagan para divertirse. En el nuestro tuvimos un niño Alemán experto que después de las tormentas salía a despejar la entrada aunque la inmobiliaria siempre pasaba para terminar la parte pesada. Pala sólo para nieve, mmm, diferente.